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Parte 1, la capoeira como conjunto de elementos artístico-culturales.

La capoeira es un fenómeno muy reconocible a simple vista pero, sin embargo, extremadamente difícil de definir satisfactoriamente. Su origen brasileño y su herencia africana son rasgos característicos que, junto a otras muchas manifestaciones folclóricas, la enmarcan dentro de la compleja cultura afrobrasileña, pero son los elementos que la diferencian de las otras manifestaciones artistico-culturales de Brasil los que realmente pueden ayudarnos a formarnos un concepto más profundo de lo que realmente es la capoeira.

 

Mi primer contacto (fue en un concierto del grupo argentino Todos tus muertos) me produjo una extraña fascinación, en aquel momento la percibí como una especie de afro Kung-fu break-dance. Y en cierto modo —aunque tan sólo un año después mi concepto de capoeira empezaba a formarse de un modo diferente sobre la experiencia de la práctica y el contacto con capoeiristas más veteranos— hoy pienso que aquella primera impresión no estaba tan alejada de la realidad.

La mayoría de las personas que la practican capoeira hoy, o que tienen un contacto directo con ella, coinciden también en considerarla una actividad multidisciplinal de carácter artístico, deportivo y marcial; aunque no todos atribuyen la misma importancia a uno u otro elemento.
En general, los capoeiristas suelen definirla como una lucha encubierta en la danza. Esta es una descripción sencilla pero bastante completa ya que —por una parte— asume como principios constitutivos complementarios dos de los elementos realmente esenciales de la capoeira como son la lucha y la danza, y —por otra parte— la enmarca dentro del contexto de la cultura afro-brasileña de la época colonial (que obligaría al esclavo a mantener su lucha oculta a los ojos de los opresores). Esta definición, sin embargo, no está exenta de detractores. Algunos estudiosos consideran que la capoeira no se originó en las “fazendas” esclavistas sino posteriormente en núcleos urbanos, aunque esta premisa no anula necesariamente —en mi opinión— la necesidad de ocultar o disimular su práctica, ya que lo que sí sabemos con certeza es que la capoeira estaba estigmatizada y su práctica fue incluso prohibida y castigada.

Algunos practicantes procuran hacer un énfasis especial en el componente marcial. Para muchos la capoeira es por encima de todo una lucha, el arte marcial brasileño. Aunque los brasileños hoy en día destacan como grandes luchadores en otras muchas disciplinas, la capoeira forma parte central de su patrimonio cultural y procuran defender su carácter marcial y su eficacia como sistema de lucha.


El propio Mestre Bimba (figura esencial para comprender la capoeira en su estado actual, como fenómeno universal, pero también para asomarnos a las raíces de las que esta crece) se esforzó en fortalecer el carácter marcial de este arte —que en su tiempo ya era centenario— y evitar que degradase en una actividad folclórica destinada al entretenimiento del turista. Mestre Bimba llamó a la capoeira desarrollada en su escuela “Luta Regional Bahiana” diferenciándola así de la practicada por el resto y remarcando su condición de lucha. Además sistematizó su practica y retó a luchadores de otras disciplinas a que se enfrentasen a él para demostrar la eficacia de su sistema.


¿Pero realmente podemos considerar la capoeira un sistema de lucha? La fama de Mestre Bimba como uno de los mejores luchadores del Brasil de su tiempo es indiscutible, y muchos buenos luchadores provenientes del ámbito de la capoeira han cosechado éxitos posteriormente en competiciones de Total Fight, MMA o Vale Tudo. La diferencia principal entre Mestre Bimba y estos luchadores modernos es que ellos practican —además de capoeira— otras artes marciales complementarias como el boxeo o el jiu jitsu, pero también es cierto que el resto de los competidores hoy en día domina necesariamente varias disciplinas de lucha. En cualquier caso, debemos señalar que algunos de estos capoeiristas luchadores se esfuerzan en mantener una enorme fidelidad a su estilo principal y han demostrado la eficacia de técnicas originarias de la capoeira como la “meia lua de compasso”.
Algunos grupos de capoeira organizan en la actualidad campeonatos de lo que llaman “capoeira fight”, otros han desarrollado sistemas mixtos como el “capojitsu” (combinación de capoeira y jiu-jutsu) pero, en ambos casos —y siempre en mi humilde opinión— estas prácticas descaracterizan el “jogo” de capoeira y limitan (cuando no erradican absolutamente) la necesaria aportación complementaria del resto de los elementos esenciales que componen esta compleja manifestación artística.

En el extremo opuesto de la balanza se encuentra la mayoría de la gente que apenas conoce la capoeira. La percepción general en este caso asume la capoeira como un baile exótico y acrobático. “Mira, están bailando capoeira”, está es seguramente la reacción más común de la gente al presenciar una roda o exhibición (en el caso de que dicha gente conozca al menos el nombre de la disciplina). Lo cierto es que a simple vista la danza es la faceta más reconocible de la capoeira. La música que acompaña su práctica, y la coordinación de los movimientos, defensas y ataques de los “jogadores” experimentados hacen que dé la sensación de estar coreografiada. Y en cierto modo es así, el entrenamiento hace que se establezcan en el juego determinadas pautas de comunicación, a modo de preguntas y respuestas —necesariamente coordinadas— que se desarrollan al ritmo de la música. Pero esta comunicación aunque pueda parecer exclusivamente artística, forma en realidad parte de un juego que pone en competencia la habilidad de los dos jugadores, que participan de una lucha (generalmente no violenta) por imponerse el uno al otro.
Otro aspecto que hace destacar la naturaleza de danza de la capoeira es la teatralidad con la que los “jogadores” revisten sus movimientos. La expresividad es una de las características más apreciadas por los capoeiristas. La fuerza, la agilidad, o la flexibilidad son facultades que se desarrollan con la práctica y el entrenamiento, pero no alcanzan su verdadero valor dentro de la capoeira si no logran transformar el cuerpo del capoeirista en un instrumento de expresión. La expresividad de un individuo hace que este se manifieste de una forma única en la roda, es la característica que, en último término, distingue a los grandes capoeiristas del resto.
Esto podría también llevar a pensar que la capoeira es sólo un medio de expresión artística. Nada más lejos de la realidad, vaciar la capoeira de su carácter competitivo, o marcial, supone un error de apreciación de la misma medida que negarle su naturaleza artística. Para acercarnos a la esencia de esta manifestación debemos asumir que se trata de un juego en el que participan múltiples elementos de valor variable, pero nunca prescindibles ni absolutos.

 

Mestre Xuxo me dijo en una ocasión que “no existe capoeira sin musicalidad”, afirmación que comparto absolutamente. Aunque la música suele considerarse un elemento secundario, meramente complementario —apoyado en la naturaleza de danza de la capoeira—, lo cierto es que se trata de un elemento central. Desde una perspectiva superficial puede parecer que la música acompaña a la danza o —siendo más precisos— al juego pero, lejos de actuar como mero complemento, es la música la que dirige y organiza la roda. Tanto en la roda de angola como en la de regional, el berimbau (generalmente tocado por el mestre o el capoeirista más experimentado) “comanda” la roda, decide cuando suben o bajan el ritmo y la intensidad del juego, cuando empieza y cuando acaba este. Además, los diferentes toques que ejecuta determinan ciertos sucesos y marcan el tipo de juego que se ha de realizar e incluso, en ocasiones, la actitud que han de tomar los jogadores.
Por ello, los grandes tocadores y cantadores son tan reconocidos por la tradición capoerística como los grandes jogadores. El ejemplo más representativo es el del Mestre Waldemar da Paixāo a quien tanto los viejos mestres que lo conocieron como las propias “cantigas de capoeira” recuerdan como un gran tocador de berimbau. Pero hay ejemplos de otros muchos grandes cantadores reconocidos hoy día —entre otras— por esta faceta, como es el caso de Mestre Suassuna o Mestre Tony Vargas.


Este último ejemplo, el de Mestre Tony Vargas, nos lleva a otro aspecto esencial de la capoeira que a menudo resulta relegado a un segundo plano. Me refiero a la faceta poética del capoeirista. La letra de las músicas de capoeira tiene un valor documental pocas veces tenido en cuenta en su justa medida. Las músicas tradicionales son el reflejo del tiempo y las circunstancias que dieron origen a la germinación y desarrollo de las primeras manifestaciones de lo que hoy llamamos capoeira, el testimonio de las gentes que mantuvieron vivas tradiciones ancestrales en un contexto de absoluta opresión. Los cantadores posteriores se han convertido en poetas que mantienen viva esa tradición, son además los constructores de los mitos tanto de la capoeira como de la lucha por la libertad y la dignidad de héroes legendarios como Zumbi o Bessouro Mangangá. Por otro lado, estos poetas modernos suman su experiencia y su forma de entender y sentir la capoeira, una realidad en constante cambio, en constante movimiento.
Aunque hoy existan libros, estudios y documentos que nos ayudan a conocer de forma más precisa la “realidad” histórica de la capoeira, debemos ser conscientes que sus fundamentos han sido trasmitidos de unas generaciones a otras a través de un sistema oral del cual la poesía de las músicas y cantigas forma parte primordial.

Podemos concluir por tanto, siguiendo la famosa cita de Mestre Pastinha que “a capoeira é tudo o que a boca come”; es decir, es una compleja forma de vida, o cuanto menos, un fenómeno vital que engloba un conjunto tan grande de elementos que el capoerista debe absorber y digerir, que puede compararse metafóricamente con un alimento del espíritu y, por supuesto, también del cuerpo.

 

En términos más concretos, y asumiendo el carácter lúdico y generador de alegría y liberación espiritual de la capoeira que yo practico pretende desarrollar, no quiero dejar de citar aquí a mis dos principales referentes directos: Mestre Xuxo y Mestre Jorjao. Mestre Xuxo me dijo una vez que “a capoeira é a arte de lutar sorrindo”, lo cual implica una actitud del capoeirista hacia la roda y, por tanto, hacia la vida. Una actitud artística y optimista, pero además, una actitud de respeto y hermanamiento hacia el oponente que lo convierte en un amigo y un compañero. Mestre Jorjao, por su parte, considera que la capoeira “é só alegria”. Y aunque pueda parecer contradictorio, que una manifestación cultural engendrada en el más horrible de los sufrimientos, una forma de expresión artística nacida de la vergüenza y la tristeza de la esclavitud sea, al fin y al cabo, la más alegre de las luchas; lo cierto es que la alegría es uno de los rasgos más característicos de la capoeira.

 

Considero, como he señalado, que para acercarnos a una comprensión más profunda de lo que es la capoeira, debemos asumirla como un complejo conglomerado de factores artísticos y culturales. En cuanto a su aspecto marcial, su carácter de lucha debe entenderse no exclusivamente como un sistema de combate físico (esto sería una apreciación parcial y simplista), sino como una herramienta de autodeterminación cultural, de supervivencia histórica de la expresión de un pueblo y resistencia a la extinción de los valores de una tradición negada y arrancada a través de la más vergonzosa violencia de su contexto natural.
Esta dimensión de lucha de un pueblo, de una cultura, por su dignidad y su libertad pervive hoy día y, a pesar de las mejoras sociales conquistadas, continúa estando vigente y siendo necesaria. Pero existe además una dimensión personal de esta lucha, en la que la capoeira se manifiesta como espacio de expresión libre del individuo. Se trata de una dimensión de la capoeira como contexto de expresión del YO en la que la roda actúa como metáfora del individuo dentro de la sociedad y del mundo.
Este rasgo nos lleva al último factor esencial: la roda como ritual, como nexo de todos los demás elementos que conforman la capoeira. El capoeirista como individuo se convierte en parte de un todo en el ritual de la roda. Sólo en ese contexto concreto la danza, la lucha, el juego, la historia, la poesía, la tradición y la expresión del propio capoeirista se fusionan en un solo ser que podemos definir como CAPOEIRA.

Duende

 

 
¿QUÉ ES CAPOEIRA?
 
MITOS, CONTROVERSIAS Y HECHOS
CONSTRUYENDO LA HISTORIA DE LA CAPOEIRA

RESUMEN DEL LIBRO: MITOS, CONTROVERSIAS Y HECHOS: CONSTRUYENDO LA HISTORIA DE LA CAPOEIRA PARTE I.

Distribuido por Asociación cultural Casa Popular de Capoeira, iniciativa intercultural para el aprendizaje, producción y cuidado de la capoeira. Texto original en portugués del Mestre Luiz Renato Vieira y el investigador Matthias Röhrig Assunção. Ilustraciones del libro del autor Cesar Abdel Salomon Antes de comenzar con el resumen del libro mencionado, me gustaría hacer una autorreflexión sobre lo que viene a mi mente cuando pienso en la capoeira. Me vienen pensamientos como energía, amistad, solidaridad, arte, cultura, ejercicio, música, acrobacias, Brasil, África, lucha, coordinación, equilibrio, espíritu de superación… En definitiva, cuando pienso en la capoeira, la mezcla de todas estos pensamientos me originan un bienestar que hace que vea la capoeira más allá de una mera actividad, siendo un estilo de vida que me ha aportado muy buenas sensaciones y momentos.

 

MITOS Y CONTROVERSIAS EN EL MUNDO DE LA CAPOEIRA:

1. El mito del origen remoto: “En una noche oscura del siglo XVI el primer negro escapó de la senzala (alojamientos para los esclavos en las plantaciones o haciendas en Brasil). Se libró de la servidumbre y alcanzó la libertad. Escapó el segundo. Lo intentó el tercero, pero fracasó y fue castigado”. Pronto comenzaron las 2 persecuciones y apareció la figura del capitán do mato (funcionario público cuya función principal era la captura de esclavos fugitivos). La capoeira disfrazada como danza se transformó en lucha. Este origen africano de la capoeira es generalmente defendido por los practicantes de la capoeira Angola. Esta teoría se apoya en la afirmación de Mestre Pastinha de que la capoeira vino a Brasil con los esclavos africanos. Algunos capoeiristas se posicionan en una teoría más radical afirmando que la capoeira Angola surgió en Africa Central y a través de los esclavos de Angola llegó a Brasil. No existe ningún documento histórico que mencione la capoeira anterior al siglo XIX, no obstante la existencia de la capoeira en Brasil desde el siglo XVI es un mito aceptado mayoritariamente de forma general. Incluso los investigadores no se arriesgan a ir en contra de esta teoría y aparecen afirmaciones tales como que la capoeira parece remontar a los quilombos brasileños de la época colonial. De hecho el propio Pastinha afirmó que José Alves, un mestre portugués, discípulo de los africanos, dirigió a un grupo de capoeiristas en la guerra de los Palmares. Cabe decir que no existe ningún documento que vincule la capoeira con el famoso quilombo portugués.

 

2. El mito de la unidad de la capoeira: “La capoeira como una manifestación clara cuya esencia no ha cambiado con el pasar de los siglos”. Mestre Zulu lo identifica con dos conceptos claves: “esencia perenne” y “características inmutables”. De esta forma se considera que la capoeira comienza en el siglo XVII en los quilombos brasileños del interior pasando a la ciudad de Rio de Janeiro de los Virreyes asemejando la capoeira de los quilombos con la que se practica entre la población libre. Aparecen las denominadas maltas u organizaciones criminales de capoeiras que dominaron en la ciudad de Rio a finales del siglo XIX, siendo las más famosas las de Nagoas y Guaiamuns. Se termina indicando que la capoeira fue erradicada de Rio de Janeiro por el Jefe de policía Sampaio Ferraz en 1980. Por otro lado, se considera que en el siglo XX en Bahía aparece la primera academia de capoeira creada por mestre Bimba y la consolidación de la capoeira de Angola por mestre Pastinha. Este mito no permite una conexión ni un proceso de evolución de la capoeira en sus diversas manifestaciones, saltando de un punto a otro sin explicar las discontinuidades históricas. En un intento de adecuar la realidad con nexos históricos, diversos investigadores y Mestres han utilizado diversas fuentes no ajustándose del todo a la realidad. Un ejemplo es la utilización del cuadro del pintor bávaro Johan Moritz Rugendas modificando algunas partes del mismo. Dicho cuadro muestra la primera representación iconográfica de la capoeira “Jugar Capoera ou danse de la guerre” 1835. En este cuadro aparece un pequeño tambor diferente al atabaque que conocemos hoy en día. Un mestre utilizó este cuadro para una portada de un disco incluyendo un berimbau como parte del cuadro mencionado. En otra publicación se menciona que en dicho cuadro uno de los hombres porta un arco musical bajo su camisa. Cabe decir que en dicho cuadro no aparece ningún berimbau. 3 JOGAR CAPOEIRA OU DANSE DE GUERRE.

 

3. El mito de los archivos quemados: “Rui Barbosa (nacido en 1849 en Salvador de Bahía, escritor, jurista y político brasileño, defensor del federalismo y el fin de la esclavitud) mandó quemar documentos del Ministerio de Hacienda referentes a la esclavitud durante su etapa en el gobierno”. Existen investigadores que indican que la dificultad para el conocimiento de la historia de la capoeira, en parte viene motivado por la quema de los archivos que realizó Rui Barbosa, aunque en definitiva, a pesar de esta quema, existen muchos documentos relativos a la esclavitud distribuidos por los diferentes Estados Brasileños. Por lo tanto, esta teoría no se sustenta en una base suficiente como para explicar la dificultad para encontrar alusiones a la capoeira en documentos históricos.

 

4. Controversias: “Creación de la capoeira regional por Mestre Bimba y la aparición de la capoeira Angola” MESTRE BIMBA MESTRE PASTINHA La capoeira regional origina juicios radicales. Sus detractores defienden que la capoeira regional de Mestre Bimba inició el proceso de descaracterización de la capoeira, incluyendo una ética opuesta a la tradicional, llevando la capoeira de la calle a las academias, enseñando a gente de clase media y estudios superiores (“blanqueando” la capoeira) y militarizando la capoeira al enseñar su práctica a militares.

 

Los defensores indican que Mestre Bimba adaptó la capoeira a los tiempos actuales, evitando su extinción, y creando jerarquías (Mestres, formados, novatos), ayudando en la estructuración de la capoeira y promoviendo la cultura bahiana negra entre las clases medias blancas que no tenían un buen concepto de la misma. Por otro lado, en relación a la capoeira Angola, sus detractores la consideran un juego lento y poco eficaz en la lucha. Dicen incluso que está en extinción, no habiendo tenido tanto éxito como las academias de Mestre Bimba. Para los defensores de la capoeira Angola, ésta sería la continuación de la capoeira tradicional Bahiana, la capoeira verdadera que representa la negritud, comparado con la capoeira regional “emblanquecida”.

 

5. Discursos en torno a estos mitos y “Discurso sobre la represión”: Este discurso se basa en el origen negro de la capoeira, practicada por vagos y marginales y que debe ser erradicada, simbolizando el barbarismo de una parte de la población. Después de 1945 no hay represión política de la capoeira que pueda defender este discurso.  “Discurso nacionalista”: Escritores, tales como Coelho Neto y Mello Morais Filho (inicio siglo XX), fueron los primeros en darle a la capoeira un status de lucha nacional, símbolo de la nacionalidad brasileña en detrimento de otros deportes importados como el boxeo. Identifica la capoeira con el mestizaje, “el mulato”.  “Discurso étnico”: La capoeira como uno de los más fuertes soportes de la identidad negra en Brasil. Manuel Querino (escritor nacido en 1851 en Santo Amaro, Bahía) hizo la primera descripción de la capoeira bahiana y asocia la capoeira al negro de Angola. El vínculo con manifestaciones específicas de África Central refuerza la idea de la capoeira con la expresión de la cultura africana en Brasil. De esta matriz han surgido grupos de capoeira regional, pero es fundamentalmente la capoeira Angola la que se ha considerado más propicia a vehicular el discurso étnico. La capoeira regional ha sido muy criticada como capoeira “emblanquecida”, pero sin embargo el Mestre Bimba estuvo fuertemente unido a la capoeira tradicional bahiana y al candomblé (una de las religiones afrobrasileñas practicadas en Brasil. Esta religión tiene como base al ánima (alma) o espíritu de la naturaleza y por tanto es clasificada como animista. Se presupone que sacerdotes animistas que fueron esclavizados y transportados a Brasil trasmitieron sus creencias y cultura a otros esclavos).

 “Discurso corporativo-iniciático”: La profesionalización de la enseñanza de la capoeira tiene sus detractores, de forma que hay resistencia a conocimientos que vienen de “fuera”, considerando que podrían cuestionar la autoridad de un Mestre en aspectos relacionados con la tradición. Existe resistencia a la aceptación del conocimiento de la capoeira de profesores formados en educación física en las universidades. El mito de los archivos quemados refuerza la teoría de la sabiduría transmitida de Mestre a alumno, existiendo afirmaciones tales como que solo el bahiano entiende verdaderamente de capoeira.

“Discurso clasista”: La capoeira como forma de resistencia ante la dominación de las élites. Este discurso omite el papel de capoeristas de otras clases sociales y la adaptación de la capoeira a lo largo del tiempo incluyendo otras formas de expresión cultural.

María White

ARUANDÉ. SÍMBOLO DE LA TIERRA ANCESTRAL

Escuchando las canciones de capoeira, encontramos algunas palabras repetidas, de las cuales, cantamos con emoción, alzando la voz y sin saber qué significan, ¿por qué nos saca la emoción? ¿por qué son tan importantes? Una de estas palabras es Aruandê. 

 

Aruandê viene de Luanda (antiguamente “Loanda”), capital de Angola. Luanda fue fundado en 1575 por el explorador portugués Paulo Dias de Novais bajo el nombre Sao Paulo de Loanda. Luanda se convirtió en el centro para el comercio de esclavos, donde eran agrupados, encadenados y retenidos antes de ser enviados desde África a Brasil, sin viaje de vuelta. 

 

Con el tiempo, la palabra Luanda se transformó en Aruanda (l se convertió en ar), y para los primeros esclavos, fue la última visión de su hogar. Siempre pensaron en Aruanda con cariño y nostalgia, y representaba tiempos de libertad. Para las generaciones posteriores de esclavos, nacidos y criados en Brasil, la idea de Aruanda era irreal, y no eran capaces de concebirlo – un sitio donde su gente era libre. Esta generación de esclavos nunca había viajado, ni visto un puerto. El concepto de volver a un mundo libre se pasaba de boca en boca, como un cuento, y entonces la idea de Aruanda se volvió tan fuerte, que poco a poco, cogió el significado de “paraíso”, libertad. Obviamente, su mención siempre evocaba gritos de emoción como “Ê!!”, y eventualmente, la “a” fue eliminada y se juntó la  “ê” con lo que quedaba de la palabra – Aruandê. 

 

Algunos creyeron que Aruandê era una tierra mágica, secreta, escondida en el bosque. Otros creyeron que solo se podría llegar al paraíso después de morir luchando, resistiendo o torturados. Solo de esta forma el esclavo ganaría su libertad. En otros caso, vemos que Aruandê representa un arma, el arma que libra el esclavo. 

 

Representación en canciones

 

Tim, Tim, Tim, aruandê
Aruanda, Aruanda, aruandê

Tim, Tim, Tim, Aruandê

Aruanda, batalha de vencer

Tim, Tim, Tim, Aruandê

Aruanda pra mim e pra você

Tim, Tim, Tim, Aruandê

Tim tim tim Aruandê, 

Aruanda, Aruanda, Aruandê 

tim tim tim Aruandê 

aruanda que é ferro de bater 

tim tim tim Aruandê 

aruanda caboclo cabeceiro 

tim tim tim Aruandê

Aruanda caboclo é pra você 

tim tim tim Aruandê

 

 

 

 

É na Aruanda aê
É na Aruanda

Venho de longe, terra dos meus ancestrais
Eu fui acorrentado pra lá não voltar mais
Numa casa de madeira, num tumbar flutuante sobre o mar
Assim eu fui trazido ao Brasil pra trabalhar

É na Aruanda aê
É na Aruanda

 

É na Aruanda aê
É na Aruanda

 

 

 

Aquí vemos Aruandê identificado como un cuchillo para matar:

 

Aruandê, é faca de matar, Aruandê

Aruandê, é faca de matar, Aruandê

Aruandê, é faca de matar, Aruandê

Aruandê, é faca de matar, Aruandê

 

Ë faca de cortar

Da catinga de sinhá

Vale tudo negó entao

Onde é negó, sou diabo, Aruandê, é faca de matar, Aruandê

Julia Rufo

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